Una travesía por el Marañón

By: 
José Serra Vega
Date: 
Sunday, April 6, 2014
El río Marañón en todo su esplendor. El pasado y el presente, la cultura viva, la naturaleza y la historia, se unen en su espectacular curso.
El río Marañón en todo su esplendor. El pasado y el presente, la cultura viva, la naturaleza y la historia, se unen en su espectacular curso.
El Dominical

Rocky Contos ha cartografiado muchos ríos en el Perú. Jun- tos partimos en un viaje por el río Marañón usando balsas y kayaks. Contos fue quien descubrió que la fuente del Amazonas no está, como se creía, en el nevado Mismi que se yergue sobre el Cañón del Colca, Arequipa, sino en la cordillera Rumi Cruz, donde se origina el Mantaro.

AL CORAZÓN AWUAJUN

En nuestro viaje por el Marañón, el tema hidroeléctrico nos acompañó hasta llegar a Imacita, territorio awajun en pleno bos- que amazónico. Esto, porque en el 2011 el ex presidente Alan García declaró “de interés nacional” la construcción de 20 represas en ese río, para convertir al Perú en el corazón eléctrico de América del Sur. García retomó así la propuesta de 1970, de la cooperación alemana, para crear hidroeléctricas embalsando el Marañón. Peroestancar tantosmillonesdemetros cúbicos de agua significaría la muerte biológica del río.

PARAJES ÚNICOS

Recorrimos 280 kilómetros de espectaculares cañones, desconocidos para la gran mayoría de peruanos por la inexistente tradición de navegar los grandes ríos de la sierra. Cañones azulados, rojizos y ocres, con extrañas formaciones geológicas; capas de sedimentos, reliquias de mares y ríos prehistóricos y terrazas inclinadas por algún cataclismo millones de años atrás.

Algunos de estos cañones son tan o más espectaculares que el célebre Gran Cañón del Colorado, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Están cubier- tos de cactus gigantes y de acacias con flo- res amarillas alrededor de las cuales aletean picaflores y cientos de mariposas. En algunas empinadas laderas se ven las hue- llas de los pumas y de los osos de anteojos.

LA SOLEDAD

Muy poca gente vive en ese tramo del río, salvoalgunosmineros.Luegosellega al emblemático poblado de Calemar, el de los balseros de la “Serpiente de Oro” de la novela de Ciro Alegría. Calemar es hoy es un emporio de mangos, pacaes y chirimoyas, con su iglesita blanqueada y ape- nas cuatro muros derruidos de lo que fue la casa del escritor. Es este lugar la salud no está amenazada por el paludismo ni la uta, sino por las mordeduras de serpiente, pues en esos bosques secos vive la “sanca- rranca”, una víbora que detecta a su presa por el calor que esta emite.

HIDROELÉCTRICAS

Seguimos por Mendán, Tupén y San Lucas, caseríos que viven de la hoja de coca, aunque también producen cacao de cali- dad. Caminamos entre miles de naranjas y limones regados por el suelo y nos enteramos de que la gente se siente amenazada por el proyecto hidroeléctrico Chadín 2. Esta represa de 175 metros de altura dejaría sus tierras sumergidas bajo más de 100 metros de agua y, lógicamente, hay resistencia de los ronderos y pobla- dores. Chadín 2 inundaría, además, 19 sitios arqueológicos aún no estudiados, reliquias de la cultura Cajamarca-Amazonas y la gruta de Santa Rosa, donde en el pleistoceno vivieron megaterios y perezosos gigantes.

Más abajo, en otra profunda garganta, en un majestuoso paisaje de acantilados púrpura, losingenierosdeGeneralima,fi- lial de Endesa Chile, completan los levan- tamientos geológicos para la hidroeléctrica Veracruz. Se bloqueará el río con una presa de 168 metros de altura. Allí no hay oposición pues es zona despoblada.

FÓSILES EN LA RUTA

Aguas abajo, mucho más abajo, el Marañón recibe al río Chinchipe por la izquierda y al Utcubamba por la derecha, entonces se amplía formando una inmensa laguna que es hábitat de innumerables aves acuáticas. Antes del Pongo de Ren- tema el río rompe la última cordillera y expone miles de fósiles en sus playas. Estamos ya en la entrada a la Amazonía y al territorio de los awajun. Los cactus queda- ronatrás,aquí solohayárbolesenormes de los que cuelgan los nidos del paúcar, y lascataratascaen estruendosas. Hayolas y espuma; sorteamos los pongos para no voltearnos por los remolinos o chocar con- tra una gran roca.

El cartógrafo Rocky Canto recuerda que en una expedición anterior, con su esposa, fue retenido por los awajun. Ahora no pasará porque nos acompaña Eusebio, uno de sus “apus”.

Los pobladores de Yupicusa, la aldea más importante en este tramo del Marañón, se reúnen para recibirnos y nos acompañan por un sendero de resbalosa arcilla hasta la casa comunal. Hablan, hay múltiples discursos, y finalmente somos aceptados, pero igual debemos continuar.

Retomamos el río y, de pronto, nos in- tercepta una canoa de nativos, dicen que ellos no han autorizado nuestro pase. Eusebio les habla y nos abren paso.

Al caer la noche, acampamos en una isla en la boca Chiriaco y dormimos tranquilos. A la mañana siguiente, enrumbamos y llegamos a Imacita al esplendoroso territorio awajún.

PROTEGER LA BELLEZA

Las fabulosas gargantas del Marañón deberían tener un status de Reserva Natural y su tremendo potencial turístico puesto en valor. El Gran Cañón del Colorado, por ejemplo, representa para Arizona un ingreso anual de 467 millones de dólares y provee 7.400 empleos fijos. Pero aquí los proyectos hidroeléctricos amenazan a varios de los espectaculares cañones del Marañón.

GRANDEZA AMENAZADA

  • El Marañón es grandioso, pero esa majestad está amenazada por su propio potencial hi- droeléctrico.
  • Las grandes represas que se construirán limitarán las migraciones de peces.
  • Chadin 2 retendrá más de 40 millones de toneladas de sedimentos anuales, eliminando buena parte de la vida que sostiene el río.
  • Lo speces y sedimentos viajan hoy hasta la Reserva Nacional Pacaya-Samiria y más allá, hasta el Amazonas.
  • Las represas eliminarían la formación de playas río abajo, donde indígenas y colonos cultivan sus alimentos.
  • La disminución de la población de peces afectaría la dieta básica de las poblaciones de la zona.