Brasil decide sobre sus represas

By: 
BBC
Date: 
Saturday, July 14, 2007

Brasil seguirá adelante con la construcción de dos represas hidroeléctricas en el río Madeira, en la región amazónica, a pesar de las preocupaciones de Bolivia sobre el impacto ambiental que pueda llegar a tener este proyecto, de US$11.600 millones, en la frontera.

El canciller brasileño, Celso Amorim, en una carta su homólogo boliviano, David Choquehuanca, invitó a las autoridades de La Paz a participar en conversaciones bilaterales a fin de mes.

El encuentro tendría como objetivo responder todas las dudas que pueda haber.

El ministro de Exteriores brasileño dejó claro que el proyecto se trata de una resolución soberana brasileña.

"El gobierno brasileño está preparado para dar información sobre la implementación de las distintas fases de estos proyectos", reza el documento.

Pero "no dejaremos de hacer cosas que son nuestro derecho", aclaró Amorim al periódico Valor, el viernes.

Permisos sin estudios

Las represas del Madeira podrían convertirse en las protagonistas de un nuevo capítulo en la recopilación de disputas recientes entre Brasilia y La Paz.

Desde que el gobierno de Evo Morales echó a andar la nacionalización de los hidrocarburos, las relaciones no han sido las que eran: Brasil se ve obligado a pagar más por el gas natural que importa de su vecino andino.

Bolivia hizo saber en una carta a Brasil que las represas del Madeira son un asunto que le preocupa al gobierno de Morales.

Según la misiva, las autoridades de Brasilia publicaron "permisos preliminares" para la construcción de las represas
-una de las cuales ya estaría pronta en 2012 ó 2013- sin haber realizado los estudios ambientales necesarios.

Grupos de ecologistas sostienen que las represas, que generarán 6.500 mW y serán claves en el mapa energético de Brasil en la próxima década, provocarán la inundación de grandes áreas, también en territorio boliviano y
peruano.

Temen además que contribuyan a la expansión de la malaria y otras enfermedades relacionadas con el agua; que supongan la extinción de especies de peces, aves y otros animales salvajes y migratorios.

Sobre todo, que impliquen la tala de grandes superficies de selva amazónica.

33 aspectos a considerar

La agencia medioambiental Ibama pide que en los estudios que realice el gobierno brasileño se analicen 33 puntos vinculados a la biodiversidad y la posible acumulación de cieno en el cauce del río, afluente del Amazonas.

Pero Amorim le recordó a su homólogo boliviano que Brasil no tiene compromisos de consultas previas con Bolivia en este ámbito.

Según explicó, Brasil "tiene acuerdos antiguos de intercambio de información sobre el uso de los recursos naturales, pero no hay condición suspensiva".

"Los proyectos de Jirau y San Antonio, y sus respectivos embalses, se encuentran totalmente dentro del territorio brasileño, y la luz verde para su concreción es responsabilidad de las autoridades ambientales brasileñas", agregó.

Más al sur, en el Río de la Plata, fue también la eventual huella medioambiental de dos grandes emprendimientos -la construcción de un par de plantas de celulosa- la que provocó cruces entre los países vecinos, Argentina y Uruguay.