Los ríos que añoramos, los ríos que queremos, los ríos que dejaremos

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Jorge E. Celi, PhD Asesor para EIAs y Compensación Ambiental
AMAZON RIVER
AMAZON RIVER
Dan From Indiana/Flickr

Este 14 de marzo celebramos el Día Internacional de Acción por los Ríos! Tantas cosas que podemos hacer, tantas que deberíamos hacer. Como dicen muchos, los ríos son las madres, son las fuentes de vida, y por tanto debemos cuidarlas, curarlas, amarlas. A pesar de eso, muchos no somos conscientes de cómo nuestras actividades, gustos y deseos afectan a estas fuentes, no solo de aguasino también de alimentos, trabajo, vitalidad y paz. Otros sabemos pero preferimos ser pasivos, conformistas, o pesimistas, y decidimos no actuar. Los motivo a reflexionar y escoger cómo queremos que nuestros ríos sean y queden para la posteridad. Es hora de actuar!

Cuando era pequeño, al viajar por las estrechas carreteras en las montañas del suroccidente del Ecuador que rodeaban y cruzaban múltiples ríos y riachuelos, soñaba con subirme en una balsa, dejarme llevar por la corriente y llegar al mar. Lo hice una vez mucho tiempo después pero fue más largo y diferente de lo que había soñado. No así fue una experiencia inolvidable ver en Leticia-Colombia al gran Río Amazonas, que en ese punto junta todas las aguas de los Andes Orientales del Norte. Para ese entonces ya trabajaba en la Amazonía ecuatoriana y sabía de la existencia de los grandes ríos que conforman la cuenca del poderoso río. Encontrarme con el Río Negro en Manaos después de varios días de viaje en un barco de cuatro pisos fue sobrecogedor, tanta agua obscura y traslúcida como té parecía imposible de creer! Luego llegar al viejo Belem y ver al turbio río mar, cargado de sedimentos y de historias, inmutable, retando al tiempo, me dio paz.

He visto tantos ríos lindos, hermosos, llenos de vida, con delfines rosa misteriosos y curiosos en el Amazonas, con salmones en Alaska saltando fuertes e impulsados por esa fuerza eterna que mantiene la vida en este planeta, o bajando libre y alegre a través de sus amplias planicies aluviales al Río Palora en los Andes ecuatorianos. Así mismo he visto ríos tristes, canalizados, llenos de basura, sin agua. Parece inaudito pero he encontrado ríos espesos y estancados por la cantidad de basura acumulada, o con sus bancos pavimentados de plástico, o bajando furiosos y vengativos tratando de encontrar un equilibrio que los humanos les hemos quitado.

Tenemos que cuidar y limpiar nuestros ríos, proteger los bosques que sustentan sus cuencas, mantener la conectividad y fluctuación hidrológica, y la calidad de sus aguas. Si no entendemos que no podemos seguir degradando o destruyendo estos ecosistemas, que le estamos haciendo daño a nuestras fuentes de agua y alimento, que estamos amenazando nuestra propia existencia, no podremos mejorar nuestra calidad de vida y alcanzar la sostenibilidad de la que tanto hablamos. Como decía Siddhartha (Hesse 1922): “Efímero es el mundo de las apariencias, efímeros nuestros vestidos… y el propio cuerpo. ¿Qué seré mañana?” Al pie del Ganges pensó Siddhartha “A orillas de este río deseo quedarme. En su corazón oyó la voz, que había vuelto a despertar y le decía: “¡Ama esta agua! ¡Quédate a su lado! ¡Aprende de ellas!”.

Por Jorge E. Celi, PhD

Asesor para EIAs y Compensación Ambiental

Date: 
Monday, February 29, 2016