Mesoamérica

Cientos de represas grandes, planificadas en secreto, amenazan con acabar los ríos de América Central y México así como las economías de las comunidades que dependen de los ríos para su sustento. Las represas impactarían en las poblaciones de peces y los ecosistemas ribereños, de humedales y manglares que contienen muchas especies animales y vegetales, algunas aún no descubiertas.

El Plan Puebla-Panamá, que es un plan masivo de infraestructura para la región, incluye planes para interconectar los sistemas eléctricos de la región, alimentados en su mayor parte por la hidroenergía. El sistema energético regional interconectará los sistemas eléctricos de América Central con los de Norteamérica. El financiamiento para el sistema y para el plan PPP proviene de varias fuentes, incluyendo al Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Un creciente movimiento en la sociedad civil está cuestionando al plan PPP, a los acuerdos comerciales y a la construcción de más represas grandes en la región mesoamericana. Las comunidades se preocupan por la exclusión sistemática de las poblaciones rurales del proceso de decisiones y por los profundos impactos en los ecosistemas, las comunidades y las economías locales.

En 2003 cientos de comunidades de afectados por las represas creron el Movimiento Mesoamericano de Afectados por la Represas, por los Rios y la Vida en 2003 en Guatemala. Dos foros mesoamericanos, uno en La Esperanza, en 2003, y un segundo en Carolina, en 2004, fortalecieron el movimiento en la región. Hoy en día, el desarrollo y la consolidación de las redes nacionales de pueblos afectados por las represas y sus aliados están avanzando en toda la región. Tales redes incluyen el Movimiento Mexicano de Pueblos Afectados por las Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), y el Frente Nacional Guatemalteco Contra las Represas.

En México, International Rivers apoya a las comunidades que serían afectadas por la Represa La Parota sobre el Río Papagayo en el Estado de Guerrero. La Parota desplazaría a 25 mil personas y afectaría el sustento de otras 75 mil personas. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México está promoviendo la aprobación del proyecto sin acatar los procedimientos obligatorios con relación a la consulta con las comunidades afectadas. International Rivers está colaborando con las comunidades afectadas para llamar la atención al proceso ilegal del desarrollo del proyecto, y para apoyar su lucha por impedir el proyecto.

En Guatemala, International Rivers ha estado colaborado con las comunidades afectadas por la Represa del Chixoy y con las ONGs que les apoyan, para exigir las indemnizaciones del caso del Gobierno guatemalteco, del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, por los daños y perjuicios causados por la represa.