“Todo depende de la conservación” | Guardiana del Río Macarena Soler

Macarena Soler fights for Patagonia.
Macarena Soler fights for Patagonia.
Courtesy of Macarena Soler

 

Se podría perdonar que uno pensara que la abogada chilena  Macarena Soler se coló a si misma.

En una revisión casual de artículos de noticias en mayo, su nombre aparece repetidamente.  Hela aquí, hablando como una abogada del movimiento  chileno contra las represas No Alto Maipo. Pulse en otro enlace, y ahí está ella, defendiendo al pueblo indígena mapuche de la construcción de la represa en Rio Puelo

Se la conoce como la fundadora de GEUTE Conservación Sur, una fundación sin fines de lucro que ha asumido la defensa legal de importantes ecosistemas chilenos. Y ella está a cargo del Comité de Defensa de la Patagonia, un organismo que coordina ONGs chilenas y extranjeras que se han unido para proteger la Patagonia.

El hecho es que, si hay una lucha por la naturaleza en Chile, Macarena Soler está en ella – y a ella le gusta así.  

¿Por qué? Porque lo que está en juego es alto, y las protecciones ambientales en Chile aún son preocupantemente débiles.  “Ningún Tribunal en Chile”, dice ella, “ha tenido la valentía de rechazar un proyecto de inversión para proteger una especie en peligro de extinción, o su hábitat”.

Endangered huemul or South Andean deer.
Endangered huemul or South Andean deer.
Enidan7/Wikimedia Commons

Ese es un hecho asombroso, y esta falta de valentía política está teniendo un gran impacto en la fauna silvestre local. Las especies están desapareciendo a un ritmo alarmante – alrededor de 100 veces más que el ritmo de la extinción natural – y Soler enumera las bajas: “Desaparecen los peces de agua dulce, como el bagre patagónico; algunos picaflores, como el picaflor de Arica; el zorro de Darwin; felinos salvajes;  algunos anfibios; el huillín, o nutria de agua dulce, etc.....”

“Estamos exterminando a los demás habitantes de nuestro planeta,” dice simplemente. “Es un holocausto”.

Soler está comprometida con detener este holocausto. Pero su trabajo no es solo obstaculizado por cortes tímidas: ella también está claramente con el alcance limitado de las campañas internacionales respecto a las especies en peligro de extinción. 

“Las personas se conmueven al ver el daño a las ballenas, a los delfines, a los osos polares”, dice. Pero esas especies son solo unas cuantas de las muchas que están actualmente amenazadas. A Soler le gustaría ver que sus compatriotas chilenos presten más atención a las especies que están más cerca de su hogar. 

Ese tipo de compromiso público es clave para proteger a las especies y ecosistemas en peligro, según Soler.  “Ninguna autoridad, ningún tribunal va a preocuparse de un asunto ambiental que no interesa a nadie”, dice. “La comunidad más cercana al problema ambiental es la que debe estar a la cabeza de cualquier campaña, es la defensa de su hogar, su territorio, su futuro y el de sus hijos el que está en juego.”

Un buen ejemplo es el ciervo huemul. “El huemul está en nuestro escudo nacional, y los chilenos simplemente no lo conocen, no saben que quedan apenas unas centenas de ellos. Por eso creemos que es un buen ejemplo del fracaso de nuestro país en materia de protección de la biodiversidad. Es vergonzoso”.

Al mismo tiempo, Soler dice, la situación es tan absurda que hace su presentación a los jueces, autoridades y empresas más fácil.  

“Por eso siempre es un orgullo defender al huemul en alguna corte de justicia”, dice. “Es uno de nuestros clientes favoritos y estamos empeñados en que permanezca en el emblema patrio”.

La pelea de su vida

Fue otro emblema chileno que condujo a Soler a la pelea de su vida:  el estado sureño de la Patagonia.

The beautiful Baker River.
The beautiful Baker River.
Glenn Switkes, International Rivers

Una región silvestre y remota  de gran belleza, la Patagonia siempre ha tenido una cualidad semimítica en la imaginación chilena. Los primeros colonizadores europeos estaban convencidos que la región estaba habitada por una raza de gigantes, y las descripciones sobre ellos son abundantes. (Los investigadores ahora creen que estas personas eran Tehuelches, un grupo indígena que fue exterminado, pero cuyos miembros eran mucho más altos que el promedio de los europeos en este tiempo).  

En 2011, el gobierno chileno – hambrienta por elevar la generación de energía eléctrica en el país – aprobó un megaproyecto hidroeléctrico en la Patagonia: HidroAysen. Concebida por dos empresas, Endesa y Colbun, el proyecto proponía construir cinco represas en dos ríos prístinos de la Patagonia: el Baker y el Pascua. 

“HidroAysen fue como un tsunami”, dice ahora Soler, “una inmensa ola que amenazaba romperse sobre todos nosotros”.

De cualquier manera que se midan, los impactos del proyecto serían extremos. Las represas inundarían 15.000 acres de ecosistemas forestales raros y algunas de las tierras agrícolamente más productivas.  Tan solo el proceso de construcción  impactaría a seis parques nacionales, once reservas nacionales, 26 sitios de conservación prioritarios, 16 humedales y una cantidad de áreas de conservación de propiedad privada.  

Cuando se anunció la decisión de seguir adelante con HidroAysen, Chile estalló en protesta. Aliados de todo el mundo se unieron a la lucha. Y Macarena Soler, junto con el Comité de Defensa de la Patagonia, entraron en acción. 

“Como todo abogado siempre quise ganar; sin duda ése anhelo está en la genética de todo abogado”, dice Soler. Pero hubiera sido demasiado ingenuo pensar que una victoria era inevitable, sostiene.

De hecho, la batalla legal en torno a HidroAysen mostró justamente cuán inadecuada es la legislación chilena cuando se trata de proteger a los ecosistemas y la biodiversidad cruciales. Soler dice que se hizo evidente cómo las corporaciones pueden forzar con facilidad decisiones que les son favorables pero que ignoran el interés público.  

Pero en este caso, los ríos ganaron: En 2012, el proyecto fue suspendido, y el gobierno chileno lo canceló en  2014.

Le pregunté a Soler si ella tuvo una relación con los ríos cuando estaba creciendio. Ella admite que no la tuvo: “Me resulta muy difícil encontrar belleza en un lugar sin montañas”, dice. Pero añade, “Sin embargo, precisamente el caso de HidroAysen me hizo ver que el centro de la vida es el agua, son los ríos”.

Ella vive ahora en la Patagonia, en un intento de vivir a un ritmo más humano en vez de un ritmo impuesto por la tecnología. Desafortunadamente,  ese ritmo “human” no ha sucedido enteramente, dice ella, “porque las amenazas que constantemente asedian a ésta tierra maravillosa nos obligan a trabajar 24/7”.

Finalmente, le pregunto por qué es tan apasionada por la conservación. Su respuesta es simple: “Porque de la conservación depende todo lo demás. Es así de simple, y así de complejo”.

“Nuestra biósfera,” dice, “es el resultado de millones de años de experimentos sucesivos que tienden a favorecer la vida, algunos de los cuales, nuestro conocimiento ha podido en alguna medida llegar a entender. Pero es infinito lo que aún no hemos conocido”.

Llama in Llolleo, San Antonia, Chile.
Llama in Llolleo, San Antonia, Chile.
Vivian Morales/Wikimedia Commons

“En muy poco tiempo, nuestra especie ha causado enormes cambios en la biósfera. Algunos llaman a nuestra era “el antropoceno”, con consecuencias desastrosas como el cambio climático, y la extinción masiva de especies. Podemos hablar y escribir eternamente sobre las causas de esto, y proponer muchísimas medidas...pero la conservación y la restauración son una respuesta obvia, que está a la vista de todos”.

Soler dice que está muy comprometida con esta lucha a largo plazo. Ella saca fuerza y esperanza de su socio abogado y amigo  Manuel Passalcqua y su equipo, cuyo entusiasmo y compromiso a toda prueba “hacen que sea imposible desanimarse”.

Sin embargo, cuando le pregunto qué trabajo futuro la entusiasma más, su respuesta es inmediata: trabajar con gente joven.

Ella está lista para capacitar a una nueva generación de activistas serios, informados y profesionales  “que cuestionen todo a su alrededor y que estén dispuestos a cambiar los paradigmas desde la firmeza de sus convicciones, pero siempre de modo pacífico”.

Ellos no podrían pedir un mejor modelo que Macarena Soler, una abogada y activista extraordinaria, y nuestra Guardiana del Río de junio.  

Date: 
Wednesday, June 8, 2016